26 de junio de 2012

La Virgen del Rocío, protectora del ganado

La saca de las yeguas es una tradición almonteña que se remonta a más de quinientos años y que sigue siendo actualidad cada mes de junio.

Hoy, los ganaderos cumplirán de nuevo con esta tradición. Las yeguas pasarán por delante del Santuario, recibirán la mirada de la Virgen del Rocío y llegarán al Chaparral y al recinto ganadero.

Como todo lo que tiene lugar en Almonte, también la saca de las yeguas está vinculada a la Patrona. Es Ella la Reina de las Marismas, la que protege con cuidados infinitos el territorio que tiene bajo su patronazgo. Las flores, las plantas, los caballos que se crían frente a la Ermita, las aves… Todo recibe el cariño de nuestra intercesora.



Hoy, las yeguas y los nuevos potros sentirán cómo se posan sobre ellos los ojos de la Virgen del Rocío, buscando la querencia de la Madre que tiene cariño para todos, que sabe pastorear su rebaño, regando con su Rocío la tierra, alimentando con la luz de Dios a la creación entera y fortaleciendo con su Presencia las Marismas que descansan a la orilla de su Santuario.

Desde muy antiguo la historia nos cuenta que los hombres acudían siempre a Dios para pedirle ayuda. Los pescadores se acercaban a alguna ermita, antes de adentrarse en el mar, para que Cristo y María los acompañaran e hicieran que su pesca fuera abundante. Los labradores, los agricultores, pedían que la cosecha diera buenos sus frutos y los ganaderos, los pastores, los cabreros, los yegüerizos suplicaban no perder a ninguna res en sus travesías para que sus negocios prosperaran.

Y algo así sucede hoy en Almonte. Antes de que el ganado llegue al pueblo será la Virgen la que vele por ellos y la que los acompañe durante el camino.

Todos los años, cientos de personas acuden a esta cita para revivir una estampa que, en Almonte, continúa plasmándose con la misma fuerza.

(Francisco Durán Redondo - Periódico Rociero)

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