30 de abril de 2012

Músico, ¿por convencimiento o por lucimiento?

Es una pegunta que lleva varios años rondando mi cabeza. Y no es mi caso, o al menos no es lo que yo siento, y no creo que mi actitud refleje otra cosa. Pero por todo lo que envuelve a las cofradías y a sus cortejos, cada vez es más difícil discernir dónde está el protagonista de esta Gran Historia que es la Semana Santa.

Cada año que pasa, ya no sé si es una percepción personal, obtenida de los muchos años de experiencia, me da la impresión de que la Semana Santa está muchas veces desvirtuada, es decir, para mi entender, hay ocasiones en que realmente, no sabemos lo que representamos, o lo que conmemoramos, o el pasaje evangélico que estamos narrando...


Hay personas que van a ver las procesiones por lo bonitos que son los pasos, o por lo bien que andan los costaleros, o lo bien que suena la banda. ¿Sabemos realmente qué es lo importante en una procesión? ¿Porqué en los últimos años, e insisto, a mi entender, lo que realmente es interesante e importante para el espectador es el “envoltorio” de una celebración tan importante y trascendental para los cristianos como debe de ser la Semana Santa? Yo quisiera detenerme en el apartado que más de cerca me atañe, en la música procesional.
Vivimos una época de bonanza en cuanto a cantidad y calidad de las bandas que participan en los cortejos y procesiones por toda la geografía española, entre otras cosas, debido a los tiempos que corren o corrían, en lo que a lo económico se refiere, y a la difusión que a través de los medios de los que hoy disponemos se ha hecho de la música y de la Semana Santa en general. Pero he aquí el riesgo de estas cosas, que son minoritarias y se acaban convirtiendo en modas. Pocas provincias españolas, creo yo, que habrán sin algún tipo de formación musical, sea cual sea su estilo, por supuesto, refiriéndome a la música procesional. Tendemos a copiar o a recrear lo que otras formaciones hacen, en cuanto a estética o estilo musical, huyendo de lo propio, y rehusando a poseer una personalidad propia, a una forma particular de poner una banda en la calle, con sus virtudes y sus defectos. Ahí es dónde habría riqueza. Y lo malo no es copiar o recrear otras personalidades, sino que lo conflictivo comienza con las comparaciones, y a partir de aquí, con la competitividad: a ver qué banda tiene más músicos, cual tiene el sólo más largo,cual recibe más aplausos...

Estamos de acuerdo, que una banda cuanto mejor suene, pues mejor, porque gusta más, porque es más agradable, porque puede llegar a estremecer el alma de quienes participan de una escena evangélica en que todo, puede llegar a un clímax que te haga “sentir” la escena que contemplamos, incluso hacerte reflexionar en qué sentía Jesucristo en ese momento, o entender porqué Su Madre llora tan amargamente.
Pero en ocasiones, en demasiadas para mi gusto, el “espectáculo” supera lo religioso, lo espiritual. Todo en su justa medida, tiene su lugar en esta vida, pero el pretender por encima de todo el lucimiento del costalero, del capataz, o de los músicos, me parece una temeridad, y una falta de respeto impresionante hacia “lo que llevamos arriba del paso”, nuestros Titulares. Hacemos olvidar lo importante al espectador, y lo que es peor, hacemos que nosotros mismos lo olvidemos.

Estoy cansado ya de que muchos músicos sólo pretendan con la música que hacemos, buscar el aplauso fácil. Por supuesto que un aplauso recompensa, gusta y agrada, es más, en muchas ocasiones diría yo que es hasta necesario, porque de algún modo, compensa el esfuerzo diario en ensayos y actuaciones, pero no pretendamos ir más allá de eso. No se puede hacer un repertorio buscando el lucimiento y el aplauso fácil. ¿Veis como estamos olvidando la finalidad de nuestra música? Nuestra música es un COMPLEMENTO. Hay que complementar cada escena, cada rincón, la música procesional se hace para Jesús, para Dios, para una representación estética que en cada momento necesita un “ingrediente” diferente.

En la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, hay momentos duros, alegres, amargos, de resignación, de paz, de entrega, de salvación... por ello pienso que hay que hacer la música para lo que representamos, para lo que llevamos la bandas delante, para Jesús o María, en diferentes momentos de su Pasión, y por tanto, debemos acompañar, que es nuestro cometido, con esa música que a cada momento mejor le convenga. Basta de buscar el lucimiento de las cuadrillas o de las bandas y sus solistas, insisto, todo en cierta medida tiene cabida, y sin duda alguna, atrae a los fieles y crea devociones, pero como antes decía, al final los excesos desfiguran el fondo espiritual y devocional que tiene la Semana Santa.
Se tiende a buscar los sones alegres, pegadizos, últimamente muy rítmicos, el aplauso, el sólo largo, el floriteo de trompeta más espectacular..., qué error! En su justa medida, todo tiene cabida, pero insisto, no hacerlo el fin mismo de una banda o un repertorio, porque es lo que el espectador que acude a ver una procesión algunas veces parece que es lo que demanda o es lo que más gusta. Y las bandas, al final eso es lo que queremos ofrecer, y luego el único y pobre argumento que encontramos es que “es lo que a la gente le gusta”, o que las nuevas tendencias musicales son demasiado complejas y ricas en armonía, etc., y el público eso “no lo entiende, quiere cosas más sencillas, no somos una banda de profesionales...” El oído se educa, y el público es capaz de aprender, todo se educa, y todo se aprende con el uso cotidiano.

Es hora de que compositores, músicos y cofrades, entendamos para QUIÉN se compone, se interpreta, y se escoge el repertorio, que esto, en más de un lugar se asemeja más a una romería (sin querer menospreciar a las romerías) que a una procesión de Semana Santa.

David Carmona Gómez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

AMÉN DAVID !!

Anónimo dijo...

Comparto toda tu reflexión¡¡ojalá llegara a todos los rincones de nuestra Andalucía por el bien de nuestra Semana Santa.
Enhorabuena David¡¡

Anónimo dijo...

VIVA EL MAESTRO LIENDRES...(de todo sabe y de nada entiende)...
En primer lugar no creo que este señor vaya a la igiesia muy amenudo como los propios fieles para que crea en las imagenes que lleva delante mientras toca la corneta.
En segundo lugar creo que hablas muy humildemente de las comparaciones con otras bandas cuando muchas veces deberias pensar lo que dices antes de hablar.
En tercer lugar creo que llevas bastante tiempo (años), tocando marchas con una ARMONÍA (mencionada en tu articulo)muy rica y muy variada (lo cual no tienes ni idea de armonía, ni acordes ni tonalidades, ni nada por el estilo...)
Así que después de haber leido este humilde articulo y con una muy buena reflexión (cosa que no corresponde con tus APTITUDES), siento decirte que:
- no le vendas la "moto" a nadie por internet,
- Que tu eres ("músico") y entre comillas y parentesis por no decirte Aficionado a la musica POR LUCIMIENTO
- Y POCO MÁS...Primero deberias reflexionar por ti mismo y despues reflexionar con respecto a los demás.
........CORNETILLA DE PUEBLO......

Anónimo dijo...

primo me parece que te has pasado un poquito no?, decir lo que piensa uno no es saber mas que nadie ni nada por el estilo, es una opinion que puedes compartir o no, pero sin faltar al respeto tambien se pueden decir las cosas. que conste que yo comparto algunas cosas de las que dice y otras no pero no por eso tengo la autoridad de faltarle al respeto.

dafligido dijo...

Cornetilla de pueblo, y a mucha honra, y aficionado, por supuesto que soy músico aficionado,y? que yo sepa no he ofendido a nadie ni mucho menos era mi intención, sólo es una opinión mía personal como la que tiene usted de mí, que sin embargo si ha intentado ofenderme, cosa que no va a conseguir, y eso de maestro liendre, lo dice usted también, en ningún sitio he dicho yo que sea maestro de nada, ni lo pretendo. Fíjese si no es mi sentir personal, que a estas alturas estoy empezando a estudiar solfeo. Un saludo.

jose corneta dijo...

Cada día flipo mas con la gente que usa estos medios para intentar ofender a la gente cuando algo no le gusta cuando luego a la cara no dice ni la mitad, pero bueno no voy a entrar al trapo.
Le doy totalmente la razón a David en que la mayoria de veces nos olvidamos del fin que tiene el salir a tocar detrás de un paso y me incluyo.
Estoy totalmente en contra del tocar por el lucimiento ya que a algunas personas se les sube demasiado a la cabeza cuando tienen un poco de protagonismo.
Pero bueno solo decir que como dice David debemos tener en cuenta el fin que tiene tocar detrás de una imagen sagrada que es representar cada momento de la pasión de Cristo con la música más acorde para cada momento.
También quiero aportar que desde mi punto de vista David para mi a sido un maestro, porque es una persona digna de admirar ya que estar a cargo de una agrupación es bastante complicado y más con gente que le pone zancadillas.
A lo de cornetilla de pueblo me resulta penoso.. nose ni quién eres pero no le veo ni pies ni cabeza a ese comentario ya que hay muchos cornetillas en este pueblo y que no pueden usar ese comentario cuando en realidad no tienen experiencia en otras bandas y no se saben lo que se cuece en ellas...
Pero bueno está bien que la gente opine pero sin ofender que somos ya muy grandecitos para estos piques internauticos.
Sin más me despido con un cordial saludo y me reitero en que esto no es para ofender ni para que a nadie le caiga mal, es sólo mi humilde opinión de cornetilla de pueblo ;D.

Un saludo !!: José Rodríguez Santos.

CCG dijo...

Bien, en primer lugar cada opinión es respetada, pero que error comete el señor este de los comentarios tales como "cornetilla de pueblo" ó "maestro liendre", creo, a mi parecer, que no ha entendido nada, o por otro lado se habrá sentido identificado, en fin, como dije al principio todo es respetable.

TOTALMENTE DE ACUERDO contigo, David!!!!